This paper analyses the new discourses on happiness. Such discourses began to break into the West culture from the early 2000s, particularly in the fields of public policy and “Psy” knowledges, es- pecially in the sub – discipline called Positive Psychology. The main hypothesis of this paper is that these discourses participate in the contemporary neoliberal rationalities of the government of our- selves and of the others. In the first place, this paper shows that public policies – to the detriment of traditional objective variables, such as GDP or Per Capita Income – have incorporated the need to measure and produce subjective wellbeing. Secondly, the paper shows the inaugural turn of Po- sitive Psychology, which affirms that happiness would not be the effect of external circumstances, but primarily the result of voluntary activities that each individual can make. Finally, using the distinctions introduced by M. Foucault between classical liberal and neoliberal ways of governing, the paper shows the particular form of subjectivity that these discourses about happiness interpellate and produce.
public policies
Nuevos discursos acerca de la felicidad y gubernamentalidad neoliberal: “Ocúpate de ser feliz y todo lo demás vendrá por añadidura”
Introduccion
Un rasgo distintivo de los imaginarios sociales de la modernidad contemporánea es una creciente preocupación, atención y producción discursiva en torno a la pro- blemática de la felicidad y el bienestar subjetivo de las personas. Esto, tanto a nivel de los Estados, las agencias globales, los medios masivos de comunicación, las empresas y sus estrategias publicitarias, las disciplinas científicas, como de los mismos individuos (Binkley, 2014; Pincheira, 2013a; Pincheira, 2013b). Si bien la búsqueda de la felicidad ha sido un componente ineludible de la promesa mo- derna de progreso y de la gestión y administración biopolítica de los territorios y la población, no es menos cierto que, bajo las actuales coordenadas históricas de la modernidad tardía, la preocupación por la felicidad humana ha adquirido, en la esfera pública y privada, una particular forma y un renovado interés y centralidad (McMahon, 2006).
Es posible observar, así, especialmente desde finales de los 90 en adelante –y en directa relación con la consolidación del nuevo régimen flexible y global de acu- mulación capitalista y del nuevo modo de regulación socio-política de liberalismo avanzado o neo-liberal (Harvey, 1998; Rose, 2003)– un proceso a través del cual la felicidad, por diversas vías y mecanismos, y en complejas articulaciones con otros discursos, prácticas, técnicas y objetos, ha ido instituyéndose como un significante medular del imaginario social contemporáneo. Como ha analizado detalladamente Sam Binkley (2011a, 2011b, 2014), en poco más de una década, la pregunta por el bienestar subjetivo y la felicidad personal –habitualmente entendida como un objeto de especulación filosófica, un atributo inasible de la experiencia singular de las personas (Binkley, 2011a), o un mero resultado esperable pero colateral de la modernización y el incremento del bienestar material de las poblaciones– se transformó en: un nuevo eje de problematización e inteligibilidad de lo social, en un objeto de estudio de diversas disciplinas científicas de análisis, en un foco de la medición e intervención de la política pública, en un pilar de la gestión de las organizaciones (Happy Manager), en un mandato y promesa de numerosas campañas publicitarias, en una métrica desde la cual cartografiar el mundo y re-pensar la no- ción de desarrollo, en un telos que orienta las acciones y decisiones de los sujetos, así como en un objeto de diversos saberes “psi” y tecnologías del yo que buscan modelar el modo de relación con uno mismo.
Como ha sido analizado desde el campo de los Estudios de la gubernamentalidad, la expansión de estos nuevos saberes y tecnologías sobre la felicidad en las últimas décadas, participaría de lo que ha sido denominado como la racionalidad de gobier- no neoliberal o de liberalismo avanzado (Castro-Gómez, 2010; Rose, 2003). Esto es, de un conjunto de prácticas que buscan conducir la conducta de los individuos, regular su campo de acciones, establecer un particular modo de relación del sujeto consigo mismo basado en la adopción de ciertos valores, creencias, aspiraciones y anhelos, que orientan el ejercicio de su libertad y que son consistentes con ciertos objetivos y metas propios de la racionalidad política neoliberal: mercantilización, privatización, individualización, desregulación, empresarización, competitividad, rentabilización y des-estatización de todas las relaciones sociales (Binkley, 2014; Dean, 2008; Du Gay, 2000).
En ese marco, el presente artículo se propone desarrollar y discutir la tesis de que el análisis de los nuevos saberes y técnicas sobre la felicidad y el bienestar sub- jetivo, y su ensamblaje con la racionalidad de gobierno neoliberal, exige analizar si- multáneamente la expansión de la preocupación por la felicidad y el bienestar en el campo de las políticas públicas (gobierno de los otros) y en el campo de los saberes “psi” (gobierno de sí). Más que como fenómenos aislados entre sí, se argumentará que la expansión de los discursos sobre la felicidad en esos dos campos debe ser analizado en conjunto, visibilizando cómo dichos saberes y técnicas sobre la felicidad y el bienestar constituyen una tecnología de gobierno en donde se articulan y confluyen tanto (macro)tecnologías de dominación a través de las cuales el Estado y las autoridades sociales gobiernan grupos, instituciones y poblaciones, como (micro) tecnologías del yo a través de las cuales los individuos se autogobiernan y relacionan consigo mismos de un particular modo (Castro-Gómez, 2010; Foucault, 1990, 2006). La búsqueda de las políticas públicas por medir y gestionar el bienestar y la felicidad subjetiva de los miembros de una población, así como las tecnologías del yo que nos ofrecen los nuevos saberes “psi” para operar y actuar sobre nuestros pro- pios pensamientos, conductas y emociones expandiendo nuestra autorrealización y felicidad personal, constituyen un ensamblaje híbrido de técnicas, materialidades, estrategias, cálculos y discursos que participa de la gubernamentalidad neoliberal. Esta particular forma de gubernamentalidad, que se inscribe en la larga tradición de formas de gobierno liberal y problematizaciones biopolíticas de la modernidad, supone una forma de conducción de la conducta de los otros y de uno mismo que requiere, al mismo tiempo que produce, nuevas modalidades de configuración sub- jetiva (sujección y subjetivación) articuladas en torno a la figura del “empresario de sí mismo”. Como argumentaremos, la expansión de los saberes y técnicas de la feli- cidad juegan un rol relevante en términos de promover esta figura del “empresario de sí” que afirma su libertad de elección y se orienta por el deseo de “[…] conducir su propia existencia como un proyecto para la maximización de la calidad de vida […]” (Rose, 2003, p. 244), y que rehúsa y desconfía de las jerarquías, vínculos y autoridades institucionales afirmando siempre el valor de la libertad, el bienestar subjetivo y la autorrealización personal (Burchel, 1996).
Con miras a desarrollar esta tesis y línea argumental, hemos organizado el artí- culo del siguiente modo. Discutimos, en primer lugar, la creciente centralidad que ha adquirido en los últimos años la preocupación por medir y producir el bien- estar subjetivo en la esfera de las políticas públicas. En segundo lugar, analizamos el caso de la Psicología Positiva, como el principal lugar dentro del campo de los saberes “psi” contemporáneos de generación y expansión de una nutrida gama de conocimientos y tecnologías del yo orientadas a la medición y autogestión de la felicidad personal. En tercer lugar, se desarrolla una reflexión que busca visibilizar las conexiones entre la centralidad del tema del bienestar subjetivo en el campo de las políticas públicas, con la centralidad del tema de la felicidad en el campo de la Psicología Positiva; analizando cómo ambos planos se articulan, configurando una tecnología de gobierno que juega un rol central en la racionalidad neoliberal con- temporánea, en la producción de sujetos empresarios de su propia felicidad y en el horizonte histórico más amplio de la biopolítica de la modernidad.