El cierre de escuelas municipales rurales es un fenómeno que se hace evidente en los últimos años en Chile. De este modo, el cierre y fusión de escuelas municipales rurales deja de constituir un conjunto de decisiones aisladas. Esta presentación reúne los resultados de 2 investigaciones de tipo etnográfico, cuyo objetivo fue analizar y comprender los procesos psicosociales que emergen a nivel de comunidad local y escolar, cuando se cierra o fusiona la escuela municipal de una localidad rural. Los resultados muestran que los cierres escolares no se dan como un proceso, sino como eventos aislados según las comunidades; y que la escuela en sectores rurales constituye para ellas un motor que otorga vitalidad, siendo su cierre significado como el presagio de una muerte social.
Sociedad Hoy
Caracterización de los jóvenes usuarios de la educación de adultos en la Región de Valparaíso, Chile
La educación de adultos se ha transformado en las últimas décadas, en gran medida, debido a la reforma curricular que ha sido objeto. Pero también se han producido drásticos cambios en la edad de sus usuarios. Hoy los adultos que tratan de completar sus estudios para mejorar su situación laboral, como era antes, constituyen una minoría. La mayoría de quienes estudian en educación de adultos son jóvenes adolescentes que, por su edad, deberían estar en la educación regular, pero que han desertado de ella por razones diversas. La complejidad de esta realidad aumenta aún más debido a que esta modalidad educativa es una de las vías más usadas de continuación de estudios de los jóvenes infractores de ley, pues según la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil la incorporación y permanencia en el sistema educacional es considerada como resguardo de los derechos del joven y el logro de su rehabilitación y reinserción social. Sin embargo, la motivación con que estos jóvenes enfrentan el proceso educativo no ha sido estudiada.
La demandas especiales que los jóvenes le están planteando al sistema de educación de adultos lleva a formularse una serie de interrogantes relativas no sólo a las características de los educandos, sino también respecto a la preparación que tienen los docentes para atenderlos. Estas interrogantes surgen de observar que en nuestro país ningún plantel de educación superior tiene formación en educación de adultos a nivel de pregrado, por lo que resulta legítimo preguntarse si poseen los recursos didácticos y psicológicos para atender, por ejemplo, a jóvenes con experiencias de vida complejas, con familias desarticuladas e incluso aquellos que pese a su corta edad ya tienen problemas con la justicia.
El presente artículo se propone caracterizar a los jóvenes en algunos aspectos sociodemográficos relevantes y, luego, analizar las razones que ellos identifican como las causas que los llevaron a abandonar la educación regular y haber retomado sus estudios en la educación de adultos.
Characterization of young users of Adult Education in the Valparaiso Region, Chile (Abstract)
In Chile adult education has been transformed dramatically in recent decades, both by reforming its curriculum as the age composition of their students. Today, population using this type of education is no longer working adults who seek to complete their studies, they are mostly young teenagers who may be in regular education, which have drop out . The situation becomes even more complex because this educational alternative is one of the following options of study for young offenders. These complex realities have been little studied, not only in the Valparaiso region, but all the country. The article presents results of an empirical, quantitative approach, conducted between 2010 and 2011, aiming to characterize young users of adult education, between 14 and 18 years in the Region of Valparaiso. Young people are mostly single, living with parents and often have children. They have abandoned the regular education more than anything to have problems with teachers and not understand their explanations. They have chosen adult education mostly because it presents the differences compared to regular education.
Caracterización de los jóvenes usuarios de la educación de adultos en la Región de Valparaíso, Chile (Resumen)
En Chile la educación de adultos se ha venido transformado drásticamente en las últimas décadas, tanto por la reforma de su currículum como por la composición etárea de sus estudiantes. En la actualidad, la población usuaria de esta modalidad educativa ya no son trabajadores adultos que buscan completar sus estudios, sino que mayoritariamente son jóvenes adolescentes que podrían estar en la educación regular, de la que han desertado. La situación se hace aun más compleja debido a que esta modalidad es una de las opciones de continuación de estudio para los jóvenes infractores de ley. Estas complejas realidades han sido muy poco estudiadas, no sólo en la Región de Valparaíso, sino en todo el país. El artículo presenta resultados de una investigación empírica, de enfoque cuantitativo, realizada entre 2010 y 2011, tendiente a caracterizar a jóvenes, usuarios de la modalidad de educación de adultos, entre 14 y 18 años en la Región de Valparaíso. Los jóvenes son mayoritariamente solteros, viven con sus padres y con frecuencia tienen hijos. Ellos han abandonado la educación regular más que nada por tener problemas con los profesores y por no entender sus ex- plicaciones. Han elegido la educación de adultos más que nada por las diferencias que ésta presenta comparada con la educación regular.
Educación, equidad y creencias distributivas: Evidencias del caso chileno
La equidad en el acceso a la educación superior en Chile ha estado en el centro del debate social desde el año 2011. Evidencia de ello es la gran cantidad de movilizaciones de estudiantes de educación superior, los diversos debates en medios de comunicación y la instalación en la discusión pública del tema del costo y consiguiente endeudamiento que conlleva la educación superior en este país. Asimismo, la opinión pública ha mostrado un amplio respaldo a las demandas estudiantiles relacionadas con la disminución del alto costo de la educación superior y el endeudamiento con el Estado y la banca que este costo implica (89% de respaldo ciudadano, según CERC 2011). Este fenómeno ha repercutido también en un interés en la investigación académica (Meller y Lara, 2010), desde donde se han evaluado los aspectos económicos y financieros que implicaría el establecimiento de la gratuidad la educación superior.
A pesar del amplio despliegue de investigaciones respecto de la desigualdad educacional en Chile, un aspecto que hasta ahora ha recibido menor atención es en qué medida la desigualdad en la educación superior es percibida en la sociedad. De este modo surgen una serie de preguntas: ¿Existe consenso o disenso en la población en la percepción de desigualdad de acceso a la educación superior? ¿Cuáles son los factores que influyen en las diferentes percepciones de desigualdad? Con el objetivo de avanzar en esta línea analizaremos los datos de Chile del International Social Survey Programme (ISSP) 2009, una encuesta especializada en aspectos objetivos y subjetivos de la desigualdad económica y que además incluye algunas preguntas específicas referidas a temas de acceso a la educación superior.
Education, equity and distributive beliefs: Evidence from the Chilean case (Abstract)
During the year 2011, Chile has been scenario of several student’s demonstrations claiming for more equity in the access to the higher education. The high support to the protests by the side of the general population (nearly 89% of approval in public opinion polls) seems to suggest the existence of a large consensus about the weaknesses of the Chilean educative model, a model that would challenge the traditional ideals of meritocracy and social mobility that are at the core of the educational systems in modern societies. In this context, a question that remains open is to what extent these claims are mostly based on consensual equality ideals, or whether they are influenced by individual socio-economic determinants vis-à-vis rational motives. Using data of the social inequality module International Social Survey Program (ISSP) of 2009, this research analyzes perceptions and beliefs about education and the distributive system as well as the influence of income and educational variables, through a structural equation modeling framework. Preliminary results indicate the pre- sence of socioeconomic cleavages in relation to the fairness of the educational system, questioning the assumption about a normative consensus.
Educación, equidad y creencias distributivas: Evidencias del caso chileno (Resumen)
Durante el año 2011, Chile fue lugar de una serie de manifestaciones estudiantiles que demandaban mayor equidad en el acceso a la educación superior. La alta aprobación ciudadana de estas demandas (llegando a un 89%) parece sugerir la existencia de un gran consenso acerca de la debilidad del modelo educacional que existe en Chile, el que no cumpliría los tradicionales ideales de meritocracia y movilidad social que fundan los sistemas educativos en sociedades modernas. En este contexto, una pregunta que permanece abierta es en qué medida estas demandas por un sistema educacional más equitativo están principalmente influidas por ideales de equidad distributiva, o si más bien ellas responden a diferentes motivos racionales asociadas a condiciones socio-económicas de los individuos. Utilizando datos del módulo de inequidad social del International Social Survey Program (ISSP) de 2009, esta investigación analiza percepciones y creencias distributivas respecto al sistema educativo así como el modo en que ellas están influidas por variables educacionales y de ingreso, usando un modelo de ecuaciones estructurales. Los resultados revelan la presencia de diferencias socioeconómicas en relación a la justicia del sistema educativo, cuestionando el supuesto de un consenso normativo.
Prólogo
Se presenta a continuación un conjunto de trabajos cuyo común denominador es la desigualdad educativa existente en el país. En ese contexto se considera pertinente señalar algunas consideraciones generales.
En América Latina, si bien existe consenso respecto a que la educación constituye un área privilegiada para compatibilizar crecimiento y desarrollo, considerado este último como un concepto con fuertes implicaciones valorativas, que conlleva distintos aspectos sociales, entre ellos una educación de calidad pertinente a los requerimientos sociales y productivos, existe también consenso que la región muestra deficiencias en cuanto a la calidad, la eficacia y la utilización de los recursos en el sistema educativo. Al respecto se señala que nuestro continente presenta los mayores niveles de desigualdad del mundo, configurando un entorno de gran inequidad que se expresa, entre otros aspectos, en fuertes desigualdades en el acceso a la formación educativa (Kliksberg, 1999; CEPAL, 1997, 1998, 2000). En este escenario Chile se presenta como uno de los países con mayor índice de desigualdad.
Los antecedentes educativos de los jóvenes entregan información sobre el acceso al mundo del trabajo y al bienestar, relacionándose con el clima educacional del hogar, la actividad económica y el ingreso del jefe de hogar además de la calidad de la educación recibida. Las posibilidades de las y los jóvenes de terminar el ciclo secundario, constituyen un importante antecedente para situarse fuera de la pobreza, sin embargo los datos de América Latina muestran claras desigualdades en el porcentaje de quienes cursan 12 y más años de estudio, de acuerdo con el nivel de educación de sus padres. El tipo de hogar y sus características son importantes para establecer la posibilidad de que las personas puedan mantenerse fuera de la pobreza. La mayoría de los jóvenes que tienen 8 o menos años de escolaridad y que participando del mundo del trabajo no logran tener ingresos que superen 2 o 2.5 líneas de pobreza, provienen de hogares pobres. En este caso existe una reproducción generacional de la pobreza, es decir, dadas las características de la estructura social y de la imposibilidad de acceder a la movilidad social, los jóvenes que provienen de hogares pobres reproducen las condiciones económicas y sociales de sus familias de origen.
Si bien en el caso de Chile la información proporcionada por encuestas como la CASEN no permiten analizar la desigualdad de oportunidades con respecto a la dimensión de calidad del capital educacional, se puede señalar que quienes logran cursar más años de estudio reciben, en general, una educación de mejor calidad. Esto refuerza la desigualdad social: los grupos pobres presentan porcentajes más bajos de educación.
Análisis realizados a partir de la CASEN 2009 (Sánchez, 2011) permiten observar una clara desigualdad en el acceso y permanencia a las oportunidades educacionales. Las diferencias son claras y marcadas al realizar el análisis por quintiles de ingreso autónomo. Todas las diferencias favorecen a los grupos de ingresos superiores. Las diferencias aumentan favoreciendo claramente a los quintiles de mayores ingresos en la categoría educación superior completa. Los antecedentes obtenidos permiten plantear que prácticamente todas las regiones del país en el primer y segundo quintil de ingreso, presentan gran distancia y situación de exclusión con respecto al quintil de mayor ingreso. Existen, además, en el nivel educacional, diferencias cuantitativas en todas las regiones del país entre el cuarto y quinto quintil de ingreso, con respecto a la categoría educación superior completa. Esto indica que la brecha que separa a los miembros de la sociedad se expresa empíricamente, además de otras variables, en el acceso y permanencia a la educación en todos sus niveles.
Se señala también que los sistemas de medición de la calidad, que han comenzado a aplicarse en los últimos años, muestran una clara segmentación del rendimiento escolar que coloca en desventaja a los alumnos y alumnas provenientes de familias de bajos ingresos y en el cual las variables territoriales tienen un fuerte componente explicativo (Muñoz y Muñoz, 2013).
Gran parte de las dificultades para mejorar la calidad del proceso educativo se explican por las características socioeconómicas de los estudiantes, la vulnerabilidad de los establecimientos (Mella y Ortiz, 1999), y el deterioro de lo que Tedesco denomina condiciones de la educabilidad, derivadas de la socialización primaria. Este deterioro afecta también a los nuevos pobres que son producto de los actuales procesos de reconversión productiva y modernización (Tedesco, 2000). En relación a lo anterior, es importante señalar que se considera que una sociedad es más equitativa en la medida que puede disminuir la adversa relación entre acceso a beneficios sociales y origen social de las personas o las denominadas características adscriptivas.
En la formación de capital humano influyen dos importantes procesos que son la educación formal que entrega la escuela y la socialización llevada a cabo en las familias. Respecto a la familia, estudios, además de los señalados, destacan la relevancia que tienen en el desempeño educativo variables como las características económicas, el clima educativo del hogar y el tipo y estructura de la familia. Al respecto es importante recordar que las recomendaciones entregadas por las organizaciones internacionales plantean la necesidad de contar con un capital educativo superior a 12 años de estudio para asegurar la inserción laboral y evitar así la reproducción generacional de la pobreza.
El crecimiento con equidad, por lo tanto, sólo es posible si se logra una competitividad basada en recursos humanos más capacitados y con potencial para agregar progresivamente valor intelectual y progreso técnico a la base de recursos naturales. Sin inversión en la educación la economía sólo dispondrá de trabajadores en condiciones de pobreza y escasa formación y no podrá por lo tanto incorporar progreso técnico. Lo anterior implica un cambio profundo en las formas de enseñanza: la población debe aprender más y debe aprender distinto. Finalmente se señala que los cambios necesarios no sólo se ubican en temas como la distribución más equitativa del ingreso, el rediseño de las políticas públicas y una focalización más apropiada y operativa de ellas, sino además y especialmente en una redefinición del papel social del Estado y de la responsabilidad de la sociedad. El Estado debe resguardar las funciones que le son propias y asegurar la igualdad de oportunidades de acceso y permanencia, incentivando la búsqueda de calidad y equidad en todas sus políticas públicas. Se requiere repensar el Estado y buscar los mecanismos y espacios para combinar eficiencia con equidad (Sánchez, Arcos y Muñoz, 2012).
Educación y desigualdad en Chile
En esa perspectiva, los trabajos del presente número temático “Educación y Desigualdad” de Sociedad Hoy exploran desde diversos enfoques teóricos y metodológicos el estudio empírico del vínculo entre educación y desigualdad social en Chile. A continuación se presenta una sucinta introducción a los artículos que componen el presente volumen.
El trabajo elaborado por Juan Carlos Castillo et al. pone el acento en la equidad como uno de los aspectos centrales del debate en la educación actualmente, interesándose en la percepción que tiene la sociedad respecto al tema de la desigualdad. Los autores concluyen, a partir de la aplicación de un modelo interesante desde el punto de vista metodológico y estadístico, que a pesar de la falta de equidad existente no existe uniformidad en las percepciones de la desigualdad de los integrantes de los diferentes grupos sociales en el contexto estudiado.
La contribución de Patricia Muñoz y Violeta Acuña, focalizada en la caracterización de los jóvenes usuarios de la educación de adultos en la región de Valparaíso, nos invita a reflexionar sobre un aspecto de la educación que no es considerado tradicionalmente en los estudios educacionales, interrogando por las características que presentan los jóvenes que viven su última oportunidad de inserción en los procesos educativos. Las autoras señalan y evidencian cómo esta modalidad educativa se ha transformado para dar cabida a los jóvenes infractores de ley y proponen algunas líneas a seguir para comprender este fenómeno.
El cierre de escuelas rurales en Chile según las comunidades, de Carmen Gloria Núñez et al., presenta un aspecto relevante, el cual, independiente de su importancia, ha sido pobremente estudiado. Los autores preguntan cuál es el sentido que tiene para las comunidades esta decisión, levantando algunas categorías que motivan la reflexión sobre la importancia de la existencia de las escuelas rurales en Chile. Claudia Concha profundiza esta temática en algunos aspectos de la educación en contextos rurales en la región del Maule, esta vez desde la perspectiva de las trayectorias biográficas de quienes han tenido “éxito” al acceder a la educación superior, invitándonos a (re)pensar el espacio de la educación superior desde otras aristas. La construcción de la tipología propuesta en el estudio es interesante y revitaliza la tradición de investigación sociológica, que se hace cada vez más relevante para comprender el significado de la educación superior para las primeras generaciones que acceden a ella.
A partir de un análisis crítico del profesorado, la contribución de Felipe Zurita expone la hipótesis de la existencia de una soterrada agenda de carácter económico, que intenta identificar la responsabilidad del éxito del sistema educativo en el profesorado, como un sujeto aislado, sin considerar las variables estructurales existentes que permitirían explicar las dificultades del proceso. Los antecedentes presentados invitan a reflexionar y no estigmatizar el rol de los docentes. Otra temática es la deserción universitaria, que constituye el núcleo central del trabajo de Gastón Quintela. El autor utiliza una serie de teorías del ámbito de la sociología de la educación para explicar el proceso de toma de decisiones en los jóvenes que desertan de la universidad. Explora variables clave que afectan o influyen en dichas preferencias, las cuales son sometidas en diferentes momentos a evaluación por parte de los individuos. Señala además que es importante considerar factores como la socialización y la internalización de determinados valores de los contextos de origen.
Por su parte, Christian Blanco y Francisco Meneses evalúan el impacto de la ayuda financiera del gobierno chileno en la matrícula de la educación superior técnica y universitaria, utilizando información secundaria. En la discusión de los resultados, independientes de las críticas existentes al sistema de crédito para los estudios técnicos y universitarios, se plantea la necesidad de la evaluación y el monitoreo de este tipo de beneficios para una mejor reorientación de las políticas públicas en el área. Esta ayuda financiera está íntimamente vinculada con los procesos de masificación y privatización de la educación superior chilena de las últimas décadas. Esta es precisamente la médula del trabajo de Carlos Palma Amestoy, quien, bajo un prisma metodológico cuantitativo de carácter secundario, pone el acento en las transformaciones educativas más sustantivas de las tres últimas décadas, planteando en su discusión final uno de los temas de mayor vigencia en el debate nacional, que refiere a cómo los costos de la educación universitaria han sido asumidos de forma creciente y mayoritaria por los hogares y familias de los propios estudiantes. El proceso de segmentación educativo actúa según el autor desde dos perspectivas: segmenta a la población que ingresa al sistema y posteriormente a la que egresa, aumentando la reproducción de la desigualdad social.
Uno de los elementos que ha influido fuertemente en las instituciones de educación superior es el proceso de acreditación de las universidades en Chile, temática que es trabajada en este volumen por Emilio Torres. El autor aborda aspectos institucionales desde la mirada de los actores e instituciones de educación superior privadas, problematizando algunos aspectos críticos de estos procedimientos. Finalmente, Patricia Iglesias et al. presentan un estudio cuantitativo sobre la composición social de la matrícula de la Universidad de Chile y los discursos con que los estudiantes explican su acceso a dicha institución. Es preocupante e interesante observar que los datos del estudio permiten señalar que la Universidad de Chile, principal casa estatal de estudios del país, presenta una clara homogeneidad de alumnos tanto a nivel socioeconómico como cultural, básicamente de clase media-alta. Lo anterior amerita la reflexión respecto a la segregación educativa ya analizada en otros trabajos.
En su conjunto, los trabajos aquí presentados representan una pequeña pero importante contribución desde las ciencias sociales al debate actual sobre la reforma del sistema educativo chileno.
Ximena Sánchez Segura
Tomás Koch Ewerts
Co-editores
Presentación
El año 2011 Chile experimentó una importante fractura socio-política con la emergencia del movimiento estudiantil. Éste surge como respuesta al proceso de privatización del sistema educativo en su conjunto, que abarca desde la educación primaria hasta la educación universitaria. Como en otros ámbitos de la sociedad chilena contemporánea –salud, pensiones, recursos naturales, entre otros– la mercantilización de la educación ha sido otra esfera de la infeliz herencia del modelo neoliberal instalado en dictadura. Ante este panorama, el movimiento estudiantil chileno de 2011 (y de ahí en adelante) representa el momento de mayor claridad y articulación política ocurrida en Chile desde los 80. Esto porque si bien la lucha estudiantil se venía fraguando gradualmente desde fines de la década de 1990, tomando fuerza con la revuelta estudiantil pingüina de 2006, no fue sino hasta la revuelta de 2011 cuando tuvo su momento épico. Los estudiantes chilenos sorprendieron al país y al mundo con la claridad de su propuesta, que apunta al corazón del modelo capitalista neoliberal: No al lucro y la educación como mercancía. Proponen que la educación no debe ser un negocio, sino un derecho social universal garantizado por el estado, gratuito y de calidad.
En ese contexto, el presente volumen de Sociedad Hoy ha querido reflejar este histórico momento de fractura socio-política de Chile, con un número temático titulado “EDUCACIÓN Y DESIGUALDAD”.
La iniciativa nace en diálogo con la socióloga e integrante del Comité Editorial de Sociedad Hoy, profesora Ximena Sánchez (Universidad de Playa Ancha –UPLA– de Valparaíso), quien en conjunto el profesor Tomás Koch (UPLA), coordinaron el Grupo de Trabajo “Educación y Desigualdad”, durante los Congresos Pre-Alas Chile 2011 (Valparaíso) y Pre-Alas Chile 2012 (Pucón). En ambas instancias, se presentaron importantes contribuciones de destacados investigadores e investigadoras nacionales, de las cuales se han seleccionado las más destacadas, sometiéndolas al proceso editorial de evaluación por pares, y que en su conjunto han dado vida al presente volumen de Sociedad Hoy. Tal como los estudiantes se han articulado en su lucha por una educación universalmente gratuita y de calidad, desde Sociedad Hoy hemos comenzado una etapa de articulación con diversos especialistas de temáticas relevantes para la sociedades latinoamericanas contem6
poráneas. El trabajo colaborativo con Ximena, Tomás y autoras/es de los artículos, ilustra el inicio de ese trabajo colectivo. Esperamos que los primeros frutos de esta dinámica sean una contribución relevante para el debate social, político y académico que ha suscitado la lucha de las y los estudiantes chilenos. Que es una lucha altamente relevante y legítima ante la opinión pública nacional e internacional y, por lo tanto, representa una oportunidad histórica para comenzar a transformar desde un ángulo específico –el sistema educativo– el nefasto modelo de capitalismo neoliberal que agobia a la gran mayoría de sociedad chilena y mundial.
Manuel Antonio Baeza
Director
Robinson Torres Salinas
Secretario Ejecutivo, Editor
Presentación
Esta nueva edición de Sociedad Hoy emerge desde diversos ángulos y discursos críticos, que tienen como escenario global los actuales procesos de profundización de la acumulación capitalista neoliberal, que impactan de diversas formas tanto los procesos productivos y materiales, así como también los discursos e ideologías que los legitiman y deslegitiman, generando así nuevas dinámicas de luchas por instaurar cambios sociales, políticos y ambientales en América Latina y Chile.
Una de las aristas de las luchas contemporáneas es precisamente el ámbito institucional de la definición de la reglas del juego para actuar o no actuar en defensa o en contra de las reglas que legitiman los actuales procesos de acumulación neoliberal. El amplio movimiento social estudiantil que surgió en 2011 en Chile es un claro ejemplo contra la acumulación y lucro en la educación. Este movimiento social sigue marcando la pauta de las acciones de protesta social, contra la cual las fuerzas reaccionarias y defensoras del status quo han tratado de levantar un manto de estigma y criminalización a través de una serie de arreglos legales e institucionales, que buscan abiertamente ilegalizar y criminalizar las legítimas protestas y demandas ciudadanas. En ese contexto se inscribe el primer artículo escrito por la joven investigadora Ana Bengoa, quien desde un prisma teórico filosófico focaliza su análisis en la violencia de Estado como ámbito contradictorio del ejercicio del poder. Desde la revisión de autores clásicos como T. Hobbes hasta autores contemporáneos como W. Benjamin, J. Derrida y M. Foucault, la autora esboza una crítica del derecho y los sujetos de derecho en el contexto del Leviatán hobbesiano. La discusión se concentra en torno a las contradicciones de lo jurídico y extra-jurídico, punto que en Benjamin reemerge como la violencia mítica y divina, y en Derrida a través de la idea de fuerza de ley como fundamento de sí misma, vale decir, una “violencia sin fundamento”. En Foucault estos mismos conceptos son reformulados a través de la puesta en relación de la violencia con las ideas de soberanía y gubernamentalidad, y vía Kafka, emergen algunas pistas para comprender procesos de instauración de “normas con fuerza de ley”, en el cual se entrelazan el ejercicio del poder de estado, la violencia y la lucha ideológica para (des)legitimar el orden imperante.
A través de la noción de “campo” de Pierre Bourdieu, la segunda contribución de Marcos Muñoz pone de relieve las luchas que se libran actualmente en el campo científico y político de las drogas. En una suerte de manifiesto sociológico, el artículo devela cómo los discursos médico-legales y político-ideológicos han dominado el campo de la drogas, legitimando las prácticas y discursos prohibicionistas que criminalizan el consumo y abordan la problemática desde el punto de vista médico-policial, como una enfermedad que debe ser erradicada de la sociedad, sin atender a sus matices culturales y sociales, incluso deslegitimando cualquier intento de construir una perspectiva culturalista, que se acerca a los discursos por la legalización, que a nivel mundial están emergiendo como alternativa viable para abordar de otro modo la cuestión de la droga. En este sentido, la sociología crítica tiene tradiciones de investigación que abordan la droga como una construcción social, que para el autor es una real alternativa epistemológica para investigar de otro modo la droga, disputando el campo científico y político a los discursos prohibicionistas.
Similar a la contribución de Ana Bengoa pero desde un punto de vista histórico, el artículo de Danny Monsalve realiza una lectura de la idea de “violencia política”, y cómo ésta se ejerció durante la dictadura de Pinochet. Aunque el autor no enfatiza los vínculos entre la dictadura y la instauración autoritaria del modelo de acumulación neoliberal, a través de su análisis emergen elementos interesantes para comprender detalles de cómo el aparato militar e ideológico de la dictadura, a través de decretos, leyes, la Constitución de 1980, etc., elaboró con ayuda de civiles los mecanismos jurídicos para justificar por un lado la persecución, tortura y asesinato de adversarios y, por otro, la instauración del régimen de acumulación neoliberal. Justamente, es dicho aparato jurídico-ideológico el que está siendo cuestionado por la sociedad chilena a través del movimiento estudiantil y otros movimientos sociales emergentes. Y como intenta mostrar Ana Bengoa, cuando grupos dominantes precursores del modelo neoliberal chileno están el poder, defendiendo desde el Estado dicho modelo de acumulación, los movimientos sociales de la sociedad que abogan por cambiarlo e instaurar una nueva legalidad, se tornan una especie de enemigo interno, una fuerza que hay que contener a través de la violencia. En este sentido, la lectura que hace Danny Monsalve sobre cómo el régimen cívico-militar de Pinochet persiguió a sus adversarios, es muy similar a cómo la derecha chilena actualmente en el poder está persiguiendo y desoyendo la crítica ciudadana al modelo de acumulación, tal como el prohibicionismo desoye la crítica social y culturalista de las drogas.
Como es sabido, entre la medidas materiales del modelo neoliberal de acumulación se encuentran la privatización de bienes y empresas públicas, así como también la desregulación y re-regulación flexible del mercado de trabajo, que en la práctica ha despojado de derechos esenciales a los trabajadores. La confluencia de la privatización o desnacionalización del cobre chileno –que Allende nacionalizó, Pinochet protegió y que comenzó a ser privatizado durante los últimos 25 años– junto con el nuevo régimen de flexibilidad laboral son los temas tratados por el artículo de Gerardo Hernández y Jorge Pavez. A través de un análisis del llamado “boom minero”, un eufemismo para nombrar la instalación de transnacio- nales mineras en el norte chileno desde la década de 1990 en adelante, los autores tematizan las consecuencias personales y familiares que tienen los sistemas flexibles de turno sobre los trabajadores de la minería en Chile. Se enfatizan las diferencias de género y clase, donde la mujer juega un rol secundario y los trabajadores de las empresas mineras se encuentran segmentados tanto a nivel de estratos directivos, profesionales, técnicos, etc., como a nivel de salarios y experiencias de vida, según se trabaje en empresas “mandantes” o “contratistas” en las cadenas de producción de la minería. Esta contribución es sugerente porque pone el acento en cómo los procesos globales de acumulación neoliberal impactan las formas de ordenamiento de las ciudades mineras, afectando las formas de estructuración de la vida cotidiana de trabajadores y trabajadoras de la minería en Chile.
Las últimas dos contribuciones tienen en común el hecho de utilizar como dis- positivos teóricos la emergente escuela de geografía crítica o ecología política, que basada principalmente en la obra de David Harvey, Neil Smith, Erik Swyngedouw entre otros, analizan los procesos de acumulación neoliberal a través de la natura- leza y medioambiente, desde la cual emerge la producción de espacios geográficos desiguales y luchas sociales contra dicha desigualdad. En el primer caso, Jodival da Costa utiliza la idea de escala geográfica como instrumento analítico para la comprensión de los procesos de acumulación de capital y “desmatamento” en la Amazonía oriental brasilera por parte de empresas mineras y de agro-negocios. En el segundo caso, Rafael Fernández utiliza como dispositivo conceptual la ecología política urbana y la idea de “espacio público verde” para analizar la desigual distribución de áreas verdes en Ciudad de México. Ambas contribuciones develan críticamente cómo los procesos de acumulación capitalista producen espacios geográficos de desarrollo desigual, generando por un lado un polo de acumulación para el capital, pero por otro lado un polo de despojo (dispossession) y empobrecimiento de las poblaciones locales, así como también la degradación del medioambiente.
Para el caso de la Amazonía brasilera, Jodival da Costa explora cómo a partir de la segunda mitad de siglo XX, especialmente durante la dictadura militar, la Amazonía comienza ser el blanco tanto del aparato de Estado como del capital transnacional, en vistas a producir un nuevo espacio geográfico influido por el mercado mundial y los discursos sobre el “medioambiente” posteriores a Río-92. No obstante, para al autor la idea de escala geográfica está siempre siendo re-significada por los actores envueltos en el juego de producción de la escala. Es así como junto con el discurso del desarrollo sustentable emergen ideas provenientes desde el capital que han permeado los municipios amazónicos a través de la idea de “municipios verdes”, generando nuevas dinámicas de lucha entre voces locales y fuerzas transnacionales que buscan estructurar el espacio geográfico amazónico, unos a través de la estrategia del lucro capitalista y otros a través de estrategias de conservación de la naturaleza.
Para el caso de Ciudad de México, Rafael Fernández da cuenta cómo fue Porfirio Díaz, en los albores del siglo XX, quien importó la idea de “Parques” desde Europa hacia la ciudad de México, en un esfuerzo por modernizar el país, lo cual tuvo como consecuencia la creación de los primeros parques urbanos dentro de dicha metrópolis. Con el tiempo, estos espacios verdes públicos han cobrado rele- vancia dada la densidad de población y contaminación urbana que tiene Ciudad de México. No obstante, durante los últimos años estos parques han sido objeto de privatización por parte del municipio, cuyo principal objetivo son proyectos in- mobiliarios que buscan construir casas de lujo al interior de estos bolsones verdes, en medio de un verdadero “leviatán urbano” como es la ciudad de México. Esta estrategia de acumulación del capital está siendo criticada por su sesgo de clase, porque estaría privatizando espacio verde colectivo, para favorecer la construcción de casas para clases acomodadas. Lo interesante de la contribución es que ofrece un método de análisis de mapas basado en Sistemas de Información Geográfica (SIG), enfatizando la desigual distribución de los espacios verdes en la ciudad. El punto central es develar cómo la privatización de este espacio público verde está exacerbando la desigualdad de acceso a la naturaleza urbana, y cómo ante este proceso de acumulación por despojo (Harvey) están emergiendo movimientos de protesta para proteger el espacio público verde del lucro capitalista.
Así, desde la materialidad misma de la naturaleza amazónica y ambientes urbanos de Ciudad de México, pasando por la instauración de la ideología y práctica neoliberal en el Chile de la dictadura y post-dictadura, las contribuciones de este nuevo número de Sociedad Hoy despliegan una ciencia social crítica ante esta nueva coyuntura histórica, en la cual se hace cada vez más evidente la deslegitimación del modo de acumulación neoliberal por parte de la sociedad, ya que éste produce una profunda desigualdad social y pérdida de derechos básicos para los trabajado- res, así como también la degradación y destrucción de la naturaleza.
Esperamos que los artículos sirvan para alimentar los actuales debates, animan- do a que investigadores e investigadoras se sumen a la construcción de investigación social crítica de los procesos globales y locales en curso.