Incrementar la matrícula en la educación superior constituye un objetivo central de la política pública en Chile. Las becas y créditos administradas por el Ministerio de Educación (MINEDUC) son las herramientas más importantes para el cumplimiento de este fin. En este sistema los estudiantes de los quintiles más bajos son elegibles para esta ayuda financiera que cubre en torno a un 85% del arancel promedio de referencia, con lo que se espera lograr un incremento en la matrícula en universidades e institutos técnicos. Aunque se ha discutido respecto de la existencia o no de restricciones de ingreso y crédito para la educación superior en las familias más pobres (Baumgartner y Steiner, 2006; Carneiro y Heckman, 2002), es necesario atender el rol que ha cumplido el gobierno en facilitar el acceso a la ayuda financiera, evaluando el efecto de estas políticas en la tasa de matrícula.
Los niveles de acceso a la educación superior en Chile han ido en aumento, pero este incremento no es homogéneo según nivel socioeconómico. Aunque el primer quintil de ingreso subió de una matrícula en la educación superior de un 4,6% en 1990, a un 17,3% en 2006 y a un 27% en 2011, el primer quintil subió de un 39,7%, a un 80% y a un 84,5% en el mismo periodo. Asimismo, los estudiantes de mayores ingresos asisten a mejores universidades y a carreras con mayores retornos futuros, mientras los de bajos ingresos tienden a seguir carreras universitarias de menor nivel o estudios técnicos.
A diferencia de Estados Unidos, Europa, Australia y otros países, el impacto de las becas gubernamentales no ha sido explorado de modo sistemático. Este trabajo evalúa el impacto de la ayuda financiera en la matrícula de educación superior para la cohorte 2008-2009 de egresados de educación media y de matriculados en educación superior. Combinando una mirada académica con un enfoque de políticas públicas, el enfoque específico estará puesto en aquellos estudiantes que se graduaron de enseñanza media en el tiempo esperado.
En Chile, desde la reforma de 1981, el mercado ha sido el principal mecanismo de orientación del sistema educativo en el país. Durante estos últimos años se han incrementado sistemáticamente los colegios sujetos al sistema de vouchers, universidades e institutos técnicos privados. Aunque ha habido un aumento importante en la cobertura, subsisten una serie de críticas respecto a la calidad y la equidad educativa generada.