La Sociedad de la Información, los procesos de globalización y el sistema de libre mercado han modificado las estructuras productivas generando nuevas competencias laborales en un medio altamente tecnificado y exigente. La masificación de la educación superior desplazó la enseñanza de elite y junto con las modificaciones del Estado bienestar y el desarrollo de nuevas alternativas de financiamiento universitario, generaron una preocupación por asegurar la calidad educativa en todos los niveles. Otros procesos vinculados dicen relación con las alteraciones en la composición demográfica y social del estudiantado, la diversidad de prestadores existentes, las formas de organización de las universidades, los nuevos modelos educativos, la creciente segmentación de los públicos, la necesidad de nuevos énfasis, áreas educativas y desarrollo de competencias en función de las demandas externas junto con los impactos de las nuevas tecnologías de la información. A la par, las universidades compiten por atraer a los mejores estudiantes y obtener fondos públicos cada vez más restringidos de un aparato estatal de menor tamaño pero que ha incrementado los controles procurado asegurar la eficiencia y transparencia de la inversión.